¿Por qué se celebra el Día Internacional del Malbec?

Desde 2011, cada 17 de abril se celebra el Día Internacional del Malbec, la cepa de origen francés que llegó a Argentina y encontró en Mendoza el mejor terroir para desarrollarse.

“El mejor malbec es el que se produce a grandes altitudes y dado que Mendoza posee altitudes muy altas como La Consulta ( San Carlos) o Gualtallary (Tupungato) que llegan entre 1000 y 1100 msnm a 1500 msnm, nuestra provincia tiene el terroir ideal para esta variedad”, explicó Fausto D’Alessandro, ingeniero agrónomo de bodega Los Haroldos.

Además, el clima y suelo que tiene Mendoza se combinan para ofrecer una cepa única en el mundo. Bodega Los Haroldos tiene Malbec en varias líneas de su portfolio: así encontraremos Nampe Malbec, Chacabuco Malbec, Estate Malbec y Reserva Malbec.

Origen

El origen del Malbec se encuentra en el sudoeste de Francia. Allí se cultivaba este cepaje con el que se elaboraban vinos denominados “de Cahors” por el nombre de la región. Estos vinos se consolidaron en la Edad Media y terminaron de fortalecerse en la modernidad.

Esta zona actualmente comprende unas 4.400 hectáreas
de vid. La epidemia de filoxera, que atacó los viñedos de Cahors, alrededor de 1877, causó la destrucción de esta región vitivinícola. En 1956 una helada destruyó buena parte del Malbec que aún se cultivaba y al replantar se empleó Cabernet Sauvignon. Por estos motivos el Malbec perdió importancia en esta zona.

¿Cómo llega a Argentina?

El 17 de abril de 1853 se presentó un proyecto ante la Legislatura Provincial de Mendoza, con el objetivo de fundar una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura.

La organización de esta Quinta fue encomendada al ingeniero agrónomo francés Michel Aimé Pouget quien
introdujo varias cepas europeas, entre ellas Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot y Semillón. De ahí la fecha en la que se estableció el 17 de abril como “Día Mundial del Malbec”

La variedad Malbec se adaptó muy bien en Argentina, especialmente en Mendoza, donde se la conocía como “uva francesa”. Este calificativo se usó para indicar la diferencia de origen con las uvas denominadas criollas presentes en el país, tales como Cereza, Criolla Chica y Criolla Grande, cuya calidad enológica era menor.

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